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domingo, 23 de febrero de 2014

Lo bueno se obtiene esperando y presionando se arruina.

Se puede hablar de la fuerza del amor y de la fuerza del desamor.


La fuerza del amor es esa que une dos piezas del rompecabezas que nunca imaginaste que podían llegar a juntarse, pero estaban destinadas a rozarse, y tuvo que ser así.
Es esa energía positiva que no se ve, pero se siente y sabes que esta ahí, preparada para ayudarte, pero también para dejarse vencer por la negativa.
Es la misma que te da alegría, y la misma que te da tristeza cuando se separan dos cuerpos, pero no te deja separar las almas.
Es la que te hace creer completamente (o no) en una persona totalmente distinta a lo que creías necesitar.
La que hace que inevitablemente, decidas intentarlo una vez mas.


Se podría decir que con el tiempo la fuerza del amor se desgasta, y, a veces, la fuerza del desamor gana.




Quizá me falto darme cuenta a tiempo que cambiar nunca es una opción y que entonces, fuimos demasiado cobardes a la hora de buscar soluciones. También aprender que aunque "ser dueño" de alguien brinde mas seguridad que tenerlo prestado, debo entender que eso es una ilusión. Aunque lo crea mio,  no lo es y que los héroes son personas que hicieron lo que era necesario hacer, enfrentando las consecuencias. Debo recordar que a veces, lo bueno se obtiene esperando y presionando se arruina. Pero sobre todo debo aprender, que nunca dejare de aprender, y mientras continuo aprendiendo, debo permitirme vivir, y sentir; ser capaz de renunciar si es que tengo que hacerlo.




miércoles, 23 de octubre de 2013

Perder(te).

Hoy descubrí que necesito perder(te) para escribir(te) con más ganas, porque cuando (te)tengo no me duele(s) tanto como cuando ya no uso las palabras en presente y voy intentando acostumbrarme a hablar en pretérito perfecto simple. Y me jode no saber decir(te) lo que transmiten los besos, (tus besos) cuando de verdad se siente.
Sí podría decir(te) que fuiste capaz de borrar completamente de mi mente las razones que me impedían querer(te) bien.
Porque te abrazo, y ya no me pregunto si va a ser el ultimo.
Porque te beso pensando en todos los besos que nos faltan dar sin tener en cuenta la opción de dejar de besar(nos).
Porque se que (te) tengo.
Porque (te) creo y con eso me alcanza.
Porque a veces cuando se quiere no alcanza con decirlo, sino con transmitirlo.
Porque a veces cuando se siente no hace falta escribirlo (solo sentirlo).




Y como no quiero perderte hoy elijo no escribirte. 
(O escribir feliz porque nos tenemos).
Como siempre.
(Pero más profundo)